Mi confrontación con la docencia.

Este ejerció forma parte del trabajo realizado en el primer modulo de la especialidad, en la cual reflexiono sobre mi confrontación con la docencia, tomando como base mi experiencia e historia como docente.

La presente reflexión se refiere al tema mi confrontación con la docencia, para reflexionar “¿cómo me percibo como docente?” es necesario mencionar como me inicie y la experiencia que tengo.

Soy contadora pública de profesión y docente por vocación, cada persona tiene especial inclinación por dedicarse a algo en su vida: eso es la vocación. Por ejemplo, si una persona tiene vocación de profesor significa que esa persona quiere ejercer esa profesión, que está especialmente motivado para ejercerla con éxito.

Para profundizar mi percepción como docente se incorpora lo que compartimos en el foro académico de la unidad 1 del modulo I de la especialidad competencias docentes para la educación media superior, dichas actividades tienen por objetivo impactar en el desarrollo de competencias docentes.

Soy Contador Público de profesión, la aventura de ser docente nació en mí cuando fui invitada a impartir cursos para el personal y estudiantes de un colegio de psicoterapeutas, (el primer curso fue sobre el proceso contable) en ese momento tenía toda la seguridad del mundo en que lo estaba haciendo estaba bien, poco me duro el gusto al enfrentarme a los primeros cuestionamientos, el primero fue de una psicóloga que pregunto ¿y esto a mí de que me sirve? ahí encontré el primer problema ¿Cómo relaciono el tema con la cotidianidad?, les explique qué todos de forma empírica llevamos una contabilidad, al llevar un control de los ingresos y egresos personales y que al llevar cuenta y razón de esos conceptos hacemos una contabilidad, que les serviría para saber cuánto tenían y cuanto debía, así como saber sus recursos disponibles, es decir su capital. Ahora entiendo lo que afirma José M. Esteve en su ponencia de la aventura de ser maestro, al decir que la enseñanza es una profesión ambivalente. Yo elegí después del primer curso impartido disfrutar de la docencia.

Mi percepción en la docencia, es que soy una persona que planea las clases, me siento comprometida por convicción sobre mi labor docente, en lo personal y en lo profesional, estoy realmente consiente de la gran responsabilidad que tengo frente a un grupo con el cual comparto la aventura de aprender aportando mis saberes y experiencias, a la vez que también aprendo de las inquietudes, vivencias y percepciones de los alumnos. Así como  el asumir el compromiso que adquiero con los padres de los alumnos y con la sociedad en general.

Al compartir con mis compañeros de especialidad, me doy cuenta que todos reconocemos y aceptamos el reto de ser docentes, actualizándonos y preparándonos en el área pedagógica, así la necesidad de intercambiar experiencias, opiniones y conocimientos, convirtiendo de esta forma nuestras debilidades en fortalezas que harán más enriquecedora nuestra práctica docente.

Al ser docente por vocación aprendo a base de prueba y error, ya que nadie nos enseña a ser docentes, al incursionar en la docencia no tenia las bases pedagógicas para ser docente, ese estigma me persiguió durante mucho tiempo y creo que a la fecha aun me falta mucho por aprender, ya que nunca se termina de aprender, aprendemos día con día a medida que el mundo es cambiante y que nosotros mismo, la sociedad y nuestros jóvenes y nos demandan cada vez mas.

La libertad de ser docente, la alcanzare cada vez que descubra nuevas formas, técnicas y estrategias para comunicarme, para hacerme entender, hacer transferibles los conocimientos y en la medida que los jóvenes puedan agregarse a la sociedad tanto en lo profesional como en lo personal.

Algunas de mis satisfacciones las encuentro en los ojos y sentir de mis alumnos, cuando entienden y aplican lo aprendido en clases, cuando ellos visualizan la posibilidad de tener mejores oportunidades, cuando me plantean sus inquietudes y se acercan pidiéndome consejo, cuando reflejan en mi un ejemplo a seguir, que enorme compromiso y responsabilidad es que ellos nos vean como modelo a seguir. Precisamente ese fue mi sentir cuando cursaba la escuela telesecundaria en Puebla, siempre quise ser como mi maestro Héctor, fue una gran inspiración, que aunque era una persona muy estricta siempre supo motivarnos sobre la perseverancia, sobre el deseos de aprender día con día y dar siempre lo mejor de nosotros mismo. Nunca olvidare el día que me titule como profesionista y lo invite a mi graduación, ver sus lagrimas en los ojos de la emoción y orgullo que sintió por mí, fue para mí también motivo de pretender transmitir lo que él me enseño a los demás y entregarlo con mucho amor y pasión por la profesión.

Muchos compartimos el sentimiento de que la enseñanza es una aventura, y como aventura implica mayor aprendizaje, que nos rescata del tedio o de lo tedioso que puede ser la enseñanza si así la miramos, el tener una identidad profesional implica cambiar de mentalidad y despojarnos de el rol pasivo del aprendizaje de la cátedra hasta el aprendizaje propio, es ahí donde nos reinventamos día con día, creo que yo al igual que muchos de mis compañeros al iniciarnos en la docencia teníamos una idea del profesor ideal, el cual cambiamos al integrarnos a la labor docente y comprobamos que ese ideal no funciona porque limita el campo de actuación, los aportes y experiencias que compartimos en la especialidad de competencias docentes, nos acercan y moviliza nuestros saberes para desempeñar la labor docente de acuerdo a los cambios que requiere el mundo globalizado. 

Soy docente por vocación pero no es una meta, sino un compromiso con el mejoramiento continuo  en mi labor, hay que encender, mantener y realimentar el proceso de enseñanza-aprendizaje, soy docente porque siéndolo puedo llegar a ser lo que quiero.